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LAS TORRES COLÓN

- Corrupción, romanticismo y hormigón -

Published by the book writer Carlos Pinedo Teixedor - 16/07/2023

Portada Artículo Torres Colón

TEXTO PUBLICADO

Nada más patrio que Colón. Nada más patrio que esta santísima trinidad; la corrupción, el romanticismo y la construcción.

 

Quiero aprovechar este espacio para contaros una historia. Proponeros distintos encuadres de las famosas y controvertidas torres Colón buscando diferentes perspectivas de este hito madrileño. Del mismo modo, quiero agradecer a Carlos la propuesta de participación y la opción de tararear, esta vez, en un tono más relajado y divulgativo del que suelo hacer uso.

 

“No hemos construido tres plantas de más, ni hemos infringido las normas urbanísticas”. Con este titular del periódico vespertino Pueblo se encontraron los madrileños, allá por el 30 de julio de 1970. Las sospechas sobrevolaban las nuevas torres de la capital, aún en construcción.

 

No solo volaban las sospechas, sino que también volaban sus plantas. Obra del arquitecto carabanchelense Antonio Lamela, estas torres hacen uso de un sistema estructural por el que sus plantas quedan descolgadas de un núcleo interno de hormigón, no apoyando estas nunca en el suelo, y por lo tanto, volando sobre todo aquel que osa posarse debajo. Su proceso constructivo es también sugerente, de arriba hacia abajo, construyéndose primero las ultimas plantas y sorprendiendo asi a todo aquel creyente en la gravedad.

 

Estas torres serán la excusa en la que apoyarse para introducir el concepto del “palimpsesto”, (del griego antiguo παλίμψηστον “grabado nuevamente”), referido a un manuscrito que ha sido borrado y sobre el que se ha vuelto escribir encima, conservando las huellas de lo anterior.

 

Tanto las propias ciudades, como todo nuestro pensamiento, es un palimpsesto. Sobre nuestro cerebro han ido cayendo, con la suavidad de la luz, capaz de ideas, imágenes y sentimientos, que hemos ido superponiendo con el tiempo, borrando, subrayando, recuperando… Cada generación parece enterrar a todas las anteriores, aunque en realidad ninguna se haya extinguido.

 

Estas torres son todo un palimpsesto vertical. Debido a que estas eran un peligro flagrante ante la seguridad en caso de incendios, dado que tenían originalmente un sistema de evacuación por medio de toboganes, se obligó a colocar una escalera de evacuación, entre las dos torres, dando origen al famoso enchufe. Este además tenía otro objetivo, el de ocultar todas las antenas que habían ido acumulándose en la cubierta con el paso de los años, como el que barre y esconde la suciedad debajo de la alfombra.

 

No contentos con esta superposición de elementos encima del original, ni con ser ya todo un foco de escándalos y corrupción, al haber sido las oficinas centrales del archiconocido grupo Rumasa de los Ruiz-Mateos, la historia de este famoso rascacielos de Antonio Lamela continua.

 

Con la doble premisa de “Recuperar el espíritu innovador con el que fueron diseñadas las torres, adaptando su concepto vanguardista al Madrid actual”, y la de “Convertirlas en el primer rascacielos «cero emisiones» de toda España”, el estudio Luis Vidal Arquitectos, acomete la nueva reforma y por tanto, la nueva superposición de elementos en estas torres.

 

Lejos de dar una opinión sobre todo esto, si se estima importante aportar algo de prensa rosa sobre este asunto, algo que también es bastante patrio. El propio Luis Vidal, fue asociado del estudio de Antonio Lamela, ejecutando y dirigiendo proyectos tan importantes y colosales como la Terminal T4 de Barajas, junto a Richard Rogers. Su salida de Lamela se puede entrever por sus declaraciones a los medios en diversas entrevistas, que no debió de ser la más cordial, aunque esto solo es una suposición que no tiene por qué coincidir con la realidad.

 

Por todo esto, es posible imaginar que, al estudio Lamela, actualmente dirigido por Carlos Lamela, hijo del fundador, pueda no resultarle excesivamente cómodo, que la reforma de estas torres tan icónicas de su padre sea encargada concretamente a estos arquitectos, y no a su propio estudio.

 

Una cuestión de gran importancia surge en relación con esta reforma, sin entrar a valorar otros temas arquitectónicos, y desde un perspectiva imparcial. Es evidente que hay un aumento tanto en el volumen edificatorio como en la altura, algo que es ilegal. Esto provoca que vuelvan a sobrevolar muchas dudas acerca de su justificación urbanística, como las que ya sobrevolaban en su origen, en los años 70.

 

En definitiva, estas torres, como nosotros, son un palimpsesto fruto del paso del tiempo, habituadas a la muda y al cambio. Todo cambio es destructor por naturaleza, y todo se crea y se destruye en el tiempo. Por eso unos le llaman “el más sabio”, mientras que para otros es muy ignorante, pues al fin y al cabo, todos olvidamos en él.

 

Escrito en Madrid por Íñigo Lacosta (Arquitecto)

Imagen elaborada por Íñigo Lacosta (Arquitecto)

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